¿Por qué deberías visitar Cartagena?
Si alguna vez has soñado con un lugar que combine historia, playas espectaculares, música que vibra en el alma y una gastronomía que despierta los sentidos, Cartagena de Indias es ese sitio mágico.
Recuerdo mi primera vez en esta ciudad colombiana, con su aire cálido y una energía tan vibrante que parecía envolverlo todo. Desde el momento en que pisas sus calles adoquinadas, sientes que estás viajando en el tiempo, pero con la compañía de una fiesta constante.
Caminar por la Ciudad Amurallada es como abrir un libro de cuentos. Las casas coloniales, con balcones llenos de flores coloridas, te reciben con sonrisas desde sus ventanas. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está lleno de rincones perfectos para detenerse a admirar y, claro, para tomar la foto perfecta. Por la noche, la ciudad se transforma con luces cálidas y un ambiente romántico; es el sitio ideal para perderse.
Si bien Cartagena tiene muchas cosas que ofrecer, las playas son el alma de esta experiencia. Desde la popular Playa Blanca en Barú hasta las exclusivas Islas del Rosario, hay algo para todos. Imagina aguas cristalinas, arena suave y un cóctel en la mano mientras el sol se pone en el horizonte… Es como si el estrés simplemente desapareciera.
Pero, hablemos de comida. Cartagena es un paraíso para los amantes de los sabores auténticos. Los puestos callejeros son un festín de arepas de huevo, carimañolas y cocadas. Para algo más elaborado, los restaurantes ofrecen delicias como ceviche fresco, arroz con coco y pescado frito. Y no olvidemos el jugo de lulo o maracuyá para refrescarse del calor.

Algo que nunca olvidaré fue escuchar vallenato en vivo por primera vez. La música en Cartagena no es solo entretenimiento; es parte de la vida diaria. Desde los ritmos africanos de la champeta hasta las noches de salsa, es imposible no mover los pies. Y si tienes suerte, te toparás con un grupo de bailarines en la plaza San Pedro, mostrándote el espíritu libre de su gente.
Cartagena no es solo un destino; es una experiencia. Es un lugar donde el pasado y el presente bailan al ritmo del Caribe, donde cada esquina tiene una historia que contar y cada atardecer parece pintar un nuevo cuadro.
Así que, si estás buscando un viaje que te llene el alma, no busques más. Haz tu maleta, ponte protector solar y prepárate para enamorarte de Cartagena. ¿Quién sabe? Tal vez nos crucemos allá, disfrutando de un cóctel y el mejor ceviche del mundo. ¡Nos vemos en el Caribe!




